martes, 6 de enero de 2015

Un regalo el día de reyes... #Microcuento...

Cuando eres niña disfrutas de la cabalgata, ves a tus reyes magos, alguno te toca la mano o se hace una foto contigo si tu madre tiene influencias y crees q ese es tu favorito por hacerte caso, la ilusión de esa edad no tiene límites, sonrisas profundas sin fondo, sólo creer q te van a traer todo lo q has pedido por ser bueno. Realmente no existe niño malo, todos somos traviesos, hasta los adultos hacemos cosas q no debemos... Nos olvidamos de la razón y actuamos con el corazón...
Dormir pronto para despertarte temprano y jugar con los regalos o llegar de la cabalgata y q te diga tu iaia he oído ruidos por el tejado y ver tus regalos allí, mi infancia y mis recuerdos no tienen precio. Desde pequeña q disfruto de la Navidad y aún sabiendo la verdad espero con ilusión un regalo q no me haga olvidarlos. Nunca he perdido esa inocencia infantil, y no pienso perderla nunca. Me gusta ver mi cara en las fotos de una cabalgata o abriendo un regalo q no me espero. Me encanta regalar en esta época aunque suene consumista pues es alegría y más cuando no se lo esperan. Hacer un regalo implica corazón y no obligación...
Ayer vi la cabalgata, disfruté de los bailes, sonrisas joviales y cervezas con amigas, fotos con los pajes y un intento de subir a un dromedario q mi falda impidió pero q bueno estaba el paje q lo intentó...
De cena con la familia, vuelves a casa y no hay nada bajo el árbol, no he sido buena este año...
Me acuesto con mi ilusión de volver a París, allí en la torre me amaron y sonrío al recordarlo, no parece un sueño, es tan real q lo puedo tocar, besar y espero no olvidar al despertar...
Las horas pasan y soy tan feliz q no recuerdo q me tengo q levantar, total nada me espera, nadie reclama mi boca ni me traerá chocolate a la cama. Me hago la remolona y me quedo imaginando como sería mi vida si estuviese casada y con hijos gritando y saltando en la cama por ser el día q es...
Pongo el iPod y suena esta canción...
Me miro delante del espejo y los ojos se me llenan de lágrimas por no tenerte en mi cama, por ser consciente de q no eres para mí y de q me tendré q conformar con alguien q no me quiera igual...
Voy hacia el comedor y por instinto miro el árbol, sonrío al ver q no hay nada, "¿q esperaba?" Voy a la cocina y me hago un té verde, me sacan de mis sueños unos niños gritando en la calle presumiendo de regalos y yo con un árbol lleno de promesas y envuelto de deseos incumplidos. Sonrío por no llorar y me meto de nuevo dentro, hace fresco y sólo llevo un pijama de osos amorosos.
Me apoyo en el banco de la cocina y sigo soplando mi té, debe de estar helado pero no quiero terminarlo, no quiero no saber q hacer ni verme sola sin nadie con quién reír o discutir, ambas cosas se me dan bien, soy muy cabezota y pienso mucho las cosas. Más cuando estoy sola y no sé nada de él, ni de nadie q mantenga mi mente alejada de caer en la rueda de un hámster para recordar todo lo q no tengo y por qué no lo tengo.
Término el té, por fin, y me encamino a desmontar el árbol, felicitaciones en las redes sociales q no contesto y sigo con mi vida solitaria cuando llaman a la puerta, miro la hora y no espero a nadie. Abro con cautela, vayas pintas para recibir a cualquiera...
Ahí estás con una sonrisa de las tuyas q me hace sonreír de inmediato, un lazo rojo en la cabeza y esa frase q hace q me abalance sobre ti a besarte, desnudarte se convierte en el mismo sentimiento q siento cuando desenvuelvo un regalo y sentir tu cuerpo sobre el mío en la sensación más maravillosa y placentera q podrían regalarme...
Me haces el amor disfrutando cada parte de mi cuerpo como si fuese la primera vez q me tienes... Me haces cosquillas y me atas las manos para jugar, te encanta saber q estoy a tu merced y por ti dejaría hasta q creyeras q me dominas, sabes q te domino yo y por eso no dejas de repetirme q me deseas de cualquier manera, q me quieres q soy tuya y tú mío, q nos dejemos de tonterías y vivamos el momento...
Tienes razón y no puedo evitar temer q te puedo perder, yo sola me enfado por ese pensamiento y lo mal q hago intentando alejarte en lugar de disfrutarte...
Me haces el amor y follamos durante todo el día y cuando descansábamos o hablábamos o dormíamos un rato.
Las ocho de la tarde y no me puedo creer q te tenga entre mis piernas, sonrío al mirarte a los ojos, tu boca q tan ciega me tiene y ese tatuaje q loca me vuelve.
No finjas ser bueno y disfrutemos de nuestros cuerpos, el sexo entre nosotros es placentero y nuestro amor... Ya se verá... De momento somos regalos y deberíamos gozar de esta oportunidad...

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